Las condiciones de la Economía mundial están mostrando que el año 2009 traerá una fuerte contracción en las economías centroamericanas, fuertemente dependientes de las exportaciones, de la ayuda internacional , de las remesas familiares, así como del turismo y de las inversiones. Cada uno de éstos factores sufrirán inevitablemente en el contexto actual, por lo que se hace necesario redefinir algunos elementos de la política económica y social actual, de manera de poder enfrentar en mejor forma la reducción de éstas actividades, y evitar así la pérdida de empleos en la economía nacional.
El Objetivo central es la defensa del empleo. Este mismo objetivo requiere entonces una gama de acciones que contribuyan a reducir las tendencias negativas que pudieran afectar la economía nacional. Desatando el aparato productivo nacional , y creando condiciones que reduzcan los costos y gastos operativos del país para hacer más competitivo al país y continuar exportando.
Para poder hacer lo anterior, se requiere como punto PRIMORDIAL preservar la estabilidad macroeconómica, para lo cual se requiere un presupuesto que no exceda del 0.5% del PIB en su déficit global. Eso implica que el Presupuesto también requiere una reorientación, enfatizando más los aspectos de creación de empleos, y sostenimiento de los mismos, por encima de los proyectos de índole únicamente social. También requiere que tenga su total financiamiento asegurado, tanto con los recursos propios como con los recursos de la cooperación internacional. Siendo el eje más importante en las actuales circunstancias la inversión del presupuesto en la infraestructura, y construcción.
Paralelamente a lo anterior se requiere una nueva visión agresiva del país que permita desatar las fuerzas productivas y las inversiones tanto locales como extranjeras. Para ello se proponen las siguientes acciones : 1. Propiciar la inversión en el país, dándole al sector empresarial nuevas condiciones que incluyen entre otras cosas, considerar toda operación industrial con capacidad de exportación, que esté amparado a un régimen de zona franca, donde se le otorga para los próximos diez años los beneficios de exención de impuestos. Esto conducirá obligatoriamente a darle más margen a poder competir en el mercado mundial con costos menores, y al mismo tiempo que se crean puestos de empleo.. Lo anterior implica aplazar por los próximos dos años, reabrir una discusión de reforma tributaria. 2. Revisar la política salarial de manera de modificar la actual ley que mandata el ajuste dos veces por año del salario mínimo. Ya que el mismo conlleva una alza en cadena de toda la tabla salarial, que por el momento no se puede continuar aplicando. 3. Simplificar los trámites de aduana para facilitar las operaciones de exportación e importación en el país. 4. Redirigir todo el esfuerzo de inversión pública hacia reparación y creación de nuevas infraestructuras, de caminos, carreteras, energía, que permitan complementar el esfuerzo de incentivar la producción exportable.
Nuestra meta de los dos próximos años debe ser garantizar los actuales puestos de trabajo para la gente, así como se crean nuevas fuentes de empleo.
La perdida de ingresos fiscales que teóricamente pudiera conllevar está visión, y que pudiera ser argumentable por algunos sectores críticos, tendrá que verse con el prisma de que no hay perdida, cuando en riesgo están inclusive las actuales operaciones existentes. De manera que lo que hay que garantizar es que la ayuda externa continue fluyendo normalmente para que con esos recursos se pueda empujar esta estrategia.
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